Convergencias y Desafíos para la Conservación Marina y Costera en Chile a Nivel Municipal

Compartimos esta reciente publicación, en la Revista Parques. De la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Parques Nacionales, otras Áreas Protegidas, Flora y Fauna Silvestres. REDPARQUES.

Esperamos con ello contribuir al debate nacional en torno a la conservación marina de nuestro país y reivindicamos a los actores locales presentes en la zona costera que constituyen parte importante de su patrimonio cultural.

Nanita, marera de Topocalma en tareas de cosecha del Área de Manejo.

Nanita, marera de Topocalma en tareas de cosecha del Área de Manejo.

INTRODUCCIÓN

La conservación de la biodiversidad en Chile está viviendo un proceso de transformación. Tras la entrada en vigor de la Ley Nº 20.417/2010 que crea el Ministerio de Medio Ambiente, ha crecido la expectación en torno al proyecto de ley que crea el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y el Servicio de la Biodiversidad y de Áreas Protegidas.El proceso de actualización de la Estrategia Nacional de la Biodiversidad (ENB) y la elaboración de la Estrategia Nacional de Conservación Marina-Costera y de las Islas Oceánicas (ECM&IO), como parte de los compromisos asumidos por el Estado chileno como signatario del Convenio sobre Diversidad Biológica para el cumplimiento de las Metas de Aichi[1], ha permitido reconocer la serie de vacíos en la gestión y gobernanza de las Áreas Protegidas.A pesar de que el involucramiento ciudadano para la Conservación y Uso Sostenible de la Diversidad Biológica es un eje estratégico del Plan de Acción de País 2004-2015 de la ENB, los avances en este materia son limitados y reducidos a experiencia puntuales[2].

Mientras los esfuerzos gubernamentales en esta materia aún son insuficientes, diversas iniciativas municipales han logrado movilizar a los actores y las comunidades locales con el objetivo de proteger la biodiversidad marino-costera y promover el uso sustentable de los recursos naturales.

Estas iniciativas emergen como importantes alternativas para la conservación de la biodiversidad, involucrando a la sociedad civil y los gobiernos municipales en la gestión y gobernanza[3] de las áreas protegidas (Gelcich et al., 2011; Araos y Ferreira, 2013).

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